Señales,Caracteristicas y Síntomas


Señales
El rasgo más notable del autismo es una interacción social limitada. Los niños con autismo suelen no responder a sus nombres y a menudo evitan mirar a otras personas. Estos niños a menudo tienen dificultad interpretando el tono de la voz y las expresiones faciales y no responden a las emociones de otras personas u observan las caras de otras personas en busca de señales para el comportamiento apropiado. Ellos parecen estar ajenos de los sentimientos de otros hacia ellos y del impacto negativo que su comportamiento tiene en otras personas. 

Muchos niños con autismo se absorben en movimientos repetitivos tales como mecerse y enrollarse el pelo, o en comportamiento auto dañino tal como golpearse la cabeza o morderse. Ellos también suelen comenzar a hablar más tarde que otros niños y se refieren a ellos mismos por el nombre en vez de "yo" o "a mi." Algunos hablan con una voz cantada sobre un número limitado de tópicos favoritos con poca consideración del interés de la otra persona a quién le están hablando. 

Las personas con autismo a menudo responden anormalmente a sonidos, el tacto u otros estímulos sensoriales. Muchos muestran una sensitividad reducida al dolor. Ellos también pueden ser extraordinariamente sensitivos a otras sensaciones. Estas sensitividades no usuales pueden contribuir a síntomas de comportamiento como el resistirse a ser abrazado. 
Diagnóstico 

El autismo se clasifica como uno de los desórdenes extendidos del desarrollo. Algunos médicos también usan términos tal como "perturbado emocionalmente" para describir a personas con autismo. Porque éste varía grandemente en su severidad y síntomas, el autismo puede ser no reconocido especialmente en individuos levemente afectados o en aquellos con impedimentos múltiples. Los investigadores y terapeutas han desarrollado varios conjuntos de criterios para el diagnóstico del autismo. Algunos criterios usados frequentemente incluyen:1 

* Juego imaginativo y social ausente o limitado 
* Habilidad limitada para hacer amistad con sus iguales 
* Habilidad limitada para iniciar o mantener una conversación con otros 
* Uso del lenguaje estereotipado, repetitivo o no habitual 
* Patrones de intereses restringidos que son anormales en intensidad y foco 
* Aparente infléxibilidad y apego a rutinas específicas o ritos 
* Preocupación por las partes de objetos 

Los niños con algunos de los síntomas de autismo, pero no con suficientes como para ser diagnosticados con la forma clásica del desorden, son frequentemente diagnosticados con el desorden extendido del desarrollo - no específico (PDD - NOS del inglés término síndrome de Asperger es algunas veces usado para describir a personas con comportamiento autista pero con buen desarrollo de las destrezas del lenguaje. Los niños que parecen normales en sus primeros años y que luego pierden destrezas y comienzan a mostrar un comportamiento autista suelen ser diagnosticados con el desorden desintegrativo de la niñez (CDD del inglés "childhood desorden genético ligado al sexo caracterizado por un desarrollo del cerebro inadecuado, convulsiones y otros problemas neurológicos, también pueden mostrar un comportamiento autista. PDD - NOS, el síndrome de Asperger, CDD y el síndrome de Rett son a veces llamados el espectro de desórdenes del autismo. 

Ya que los problemas de audición pueden ser confundidos con autismo, los niños con desarrollo tardío del habla deben ser examinados de la audición. Algunas veces los niños tienen dificultades de audición además de autismo. Cerca de la mitad de las personas con autismo tienen una puntuación más baja de 50 en exámenes de IQ, 20 porciento tienen una puntuación entre 50 y 70, y 30 porciento tienen una puntuación más alta de 70. Sin embargo, estimar el IQ en niños pequeños con autismo es a menudo difícil porque los problemas del lenguaje y comportamiento interfieren con el examen. Un porcentaje pequeño de las personas con autismo son savants. Estas personas tienen destrezas limitadas pero extraordinarias en áreas como la música, las matemáticas, el dibujo o la visualización.
 


¿Qué papel juega la genética? 

Estudios recientes fuertemente sugieren que algunas personas tienen una predisposición genética al autismo. Los científicos estiman que, en las familias con un niño autista, el riesgo de tener un segundo niño con el desorden es de aproximadamente cinco porciento, o uno en 20, lo cual es mayor que el riesgo para la población general. Los investigadores están buscando pistas de cuáles son los genes que contribuyen a este aumento en la susceptibilidad. En algunos casos, los padres y otros familiares de una persona autista muestran un comportamiento social, de comunicación, o repetitivo que les permite funcionar normalmente pero que parece estar relacionado al autismo. La evidencia también sugiere que algunos desórdenes afectivos o emocionales, tales como la depresión mánica, ocurren más frequente que el promedio en familias con personas con autismo.
 
FUENTE: www.autismo.org 



¿Cuáles son los síntomas más comunes del autismo?

El Autismo es un síndrome (conjunto de anomalías), pero NO es una enfermedad.
Las características por las que podemos reconocer que una persona es autista son variadas. Y estas podrían o no aparecer desde la infancia, aunque usualmente comienzan a ser obvios durante la niñez temprana (entre los 2 a 6 años), en general la edad promedio en que actualmente se diagnostica es a los 3 años.
Se dice que en algunos casos  puede ser recocido desde bebes, aunque un bebe autista puede pasar desapercibido hasta el cuarto mes de vida; a partir de ahí, la evolución lingüística queda estancada, no hay reciprocidad con el interlocutor, no aparecen las primeras conductas de comunicación intencionadas (miradas, echar los brazos, señalar...).



Comportamientos del niño que constituyen posibles "señales de aviso" para el autismo11
● Tiene dificultad en hacer contacto visual

● No responde a su nombre 
 ● No puede explicar lo que quiere
● Está retrasado en el habla o sus habilidades de lenguaje se desarrollan lentamente
● No sigue instrucciones
● A veces parece sordo
● Parece que escucha algunas veces, pero otras no
● No señala o no sabe despedirse con la mano
● Decía algunas palabras o balbuceaba pero ahora no.
● Le dan pataletas intensas o violentas
● Tiene patrones raros de movimiento
● Es demasiado activo, poco cooperativo o da mucha oposición
● No sabe cómo entretenerse con juguetes
● No sonríe cuando alguien le sonríe 
● Se "traba" con alguna tarea, repitiéndola una y otra vez sin poder seguir a otras cosas
● Parece preferir jugar solo
● Trae cosas sólo para el mismo.
● Es muy independiente para su edad.
● Hace cosas "temprano" en comparación con otros niños
● Parece estar en su "propio mundo"
● Se desconecta de los demás
● No está interesado en otros niños
● Camina en la punta de los pies
● Muestra un apego exagerado a juguetes, objetos o itinerarios (por ejemplo, siempre está agarrando una cuerda o tiene que ponerse las medias antes que los pantalones)
● Pasa mucho tiempo alineando las cosas o poniéndolas en cierto orden

11. Filipek y colegas. (1999). Screening and diagnosis of autistic spectrum disorders.









Caracteristicas
La característica distintiva del ASD es la interacción social deficiente. Los cuidadores principales del niño generalmente son los primeros en notar los signos de ASD. Ya desde la primera infancia, un bebé con ASD podría mostrarse indiferente a las personas o enfocarse intensamente en un objeto hasta excluir a los otros durante largos períodos de tiempo. Podría parecer que un niño con ASD se desarrolla normalmente y luego se retrae y se vuelve indiferente a la actividad social.
Los niños con ASD podrían no responder a sus nombres y a menudo evitar el contacto visual con otras personas. Tienen dificultad para interpretar lo que los demás están pensando o sintiendo porque no pueden entender las pautas sociales, como el tono de voz o las expresiones faciales, y no observan las caras de las otras personas para ver las pautas de conducta adecuada. Carecen de empatía.


Muchos niños con ASD se involucran en movimientos repetitivos como mecerse y dar vueltas, o en conductas autoabusivas como morderse o golpearse la cabeza. También tienden a hablar después que los otros niños y pueden referirse a sí mismos por el nombre en lugar de “Yo” o “mí.” Los niños con ASD no saben jugar interactuando con los otros niños. Algunos hablan con voces cantarinas sobre una gama estrecha de temas favoritos, sin importarles demasiado acerca de los intereses de la persona con la que están hablando.


Los niños con ASD parecen tener un riego mayor que lo normal de tener ciertas afecciones concomitantes, inclusive el síndrome de X frágil (que causa retraso mental), esclerosis tuberosa (en la que crecen tumores en el cerebro), convulsiones epilépticas, síndrome de Tourette, trastornos del aprendizaje, y el trastorno por déficit de la atención. Alrededor del 20 al 30 por ciento de los niños con ASD desarrollan epilepsia cuando llegan a la edad adulta. Mientras que las personas con esquizofrenia pueden mostrar alguna conducta parecida al autismo, generalmente sus síntomas no aparecen hasta el final de la adolescencia o el comienzo de la edad adulta. La mayoría de las personas con esquizofrenia también tendrá alucinaciones y delirios, que no se encuentran en el autismo.

Autismo: National Institute of Neurological Disorders and Stroke (NINDS)
http://espanol.ninds.nih.gov/trastornos/autismo.htm?css=print Journal of Autism and Developmental Disorders, 29(6):439-484.


El autismo varía grandemente en severidad. Los casos más severos se caracterizan por una completa ausencia del habla de por vida y comportamientos extremadamente repetitivos, inusuales, autodañinos y agresivos. Este comportamiento puede persistir durante mucho tiempo y es muy difícil de cambiar, siendo un reto enorme para aquéllos que deben convivir, tratar y educar a estas personas. Las formas más leves de autismo (típicamente autismo de alto rendimiento) pueden ser casi imperceptibles y suelen confundirse con timidez, falta de atención y excentricidad. Cabe notar que una persona autista puede ser de alto funcionamiento en ciertas áreas y de bajo funcionamiento en otras. Por ejemplo, existen personas autistas que carecen de habla pero pueden comunicarse por escrito muy elocuentemente.
Existen tres comportamientos distintivos que caracterizan el
autismo. Los niños autistas tienen dificultades para interactuar
socialmente, padecen de problemas de comunicación verbal y
no verbal y muestran comportamientos reiterativos o intereses
limitados u obsesivos.
Estos comportamientos pueden variar en cuanto a su impacto, es decir, desde un trastorno leve hasta uno que puede llegar a ser discapacitante.
El rasgo distintivo del autismo es una escasa interacción social.
Frecuentemente, son los padres los primeros en advertir
síntomas de autismo en sus hijos. Desde etapas tan precoces
como la de lactancia, un bebé con autismo puede no
responder a la presencia de otras personas o concentrarse
solamente en un objeto, excluyendo a otros, por largos
períodos de tiempo. Un niño autista puede, aparentemente,
tener un desarrollo normal y luego replegarse y volverse
indiferente al contacto social.


Los menores con autismo pueden ser incapaces de responder
a su nombre y a menudo evitan sostener la mirada de otra
gente. Asimismo, tienen dificultades para interpretar lo que
otros están pensando o sintiendo ya que no logran comprender
los códigos sociales, tales como un tono de voz o expresiones
faciales, y no observan los rostros de otra gente para obtener
pistas sobre cuál debiera ser el comportamiento adecuado.
Ellos carecen de empatía.
Muchos niños con autismo efectúan movimientos repetitivos
tales como, mecerse o retorcerse, o caen en conductas
autodestructivas como morderse o golpearse la cabeza.
También tienden a empezar a hablar más tarde que otros
niños y puede que se refieran a ellos mismos por su nombre
en vez de “yo.” Los menores autistas no saben jugar en forma
interactiva con otros niños. Algunos hablan como si estuvieran
cantando y lo hacen en torno a una gama muy limitada de
temas favoritos, prestando poca atención a los intereses de la
persona a la cual le están hablando.
Muchos niños con autismo tienen una baja sensibilidad al dolor
pero son anormalmente sensibles al ruido, al tacto u otro
estímulo sensorial. Estas reacciones inusuales pueden
contribuir a síntomas conductuales como la resistencia a ser
acunado o abrazado.
Los niños autistas, presentan mayor riesgo de padecer de
ciertas enfermedades co-existentes como el síndrome de
cromosoma X frágil (el cual provoca retraso mental), esclerosis
tuberosa (en el cual crecen tumores en el cerebro),
convulsiones epilépticas, el síndrome de Tourette,
discapacidades de aprendizaje y trastorno de déficit atencional.
Por razones que aún no están claras, entre el 20 y 30 por
ciento de los menores autistas desarrollan epilepsia cuando
llegan a ser adultos. Si bien algunas personas con
esquizofrenia pueden mostrar una conducta de tipo autista, sus
síntomas generalmente no aparecen hasta cerca de los 20
años o en la etapa de adultos jóvenes. La mayoría de la gente
con esquizofrenia también tiene alucinaciones y delirios, los
cuales no se encuentran en el autista.


¿Qué debo hacer si sospecho que mi hijo tiene un problema del desarrollo o autismo?

Avísele al pediatra de su hijo inmediatamente si usted cree que algo está mal.

El pediatra anotará sus comentarios y preocupaciones, le hará preguntas adicionales y determinará el mejor plan de acción. En algunos casos, el pediatra le pedirá que complete un cuestionario sobre su hijo para obtener información más específica sobre los síntomas. Para descartar ciertos problemas de salud, también le hará una evaluación auditiva a su hijo y verificará el nivel de plomo en la sangre antes de decidir el curso de acción a seguir.
Si existen señales de aviso, y si las pruebas del nivel de plomo en la sangre y de la audición muestran que éstos no son la causa, su pediatra lo referirá a un especialista en el desarrollo infantil u otra especialización, quien le realizará una serie de pruebas para determinar si su hijo tiene autismo.


Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano
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